La Depresión es una enfermedad real

Muchas personas expresan que la depresión es una moda o una debilidad de la persona pero esta enfermedad ha tomado auge en el mundo entero. Esto se debe a cambios abruptos en la vida personal, profesional, familiar y social, a problemas diarios que se presentan y que se acumulan creando una bola gigantesca de miedo, frustración, ansiedad y tristeza

La depresión es tan real que interfiere a cada momento en la vida del ser humano y afecta en el estudio, trabajo, familia y amigos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la depresión es un trastorno mental común y es la principal causa mundial de discapacidad. Se estima que en todo el mundo el 5% de los adultos padecen este trastorno, lo que equivale a unas 300 millones de personas a nivel global. Según Bupasalud, aproximadamente 2 de cada 100 niños, menores de 12 años, sufren depresión. Entre los adolescentes, esta cifra aumenta a 5 de cada 100.

¿Qué es la Depresión?

 “La depresión es distinta de las variaciones habituales del estado de ánimo y de las respuestas emocionales breves a los problemas de la vida cotidiana. Puede convertirse en un problema de salud serio, especialmente cuando es recurrente y de intensidad moderada a grave. Puede causar gran sufrimiento a la persona afectada y alterar sus actividades laborales, escolares y familiares. En el peor de los casos, puede llevar al suicidio”, indica la Organización Mundial de la Salud.

Síntomas

El Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos indica que estos son los síntomas que tiene una persona con depresión

    • Sentimientos persistentes de tristeza, ansiedad o “vacío”
    • Desesperación o pesimismo
    • Irritabilidad, frustración o intranquilidad
    • Culpabilidad, inutilidad o impotencia
    • Pérdida de interés o placer en las actividades y los pasatiempos
    • Fatiga, disminución de energía o sensación de que está más lento
    • Dificultad para tener, recordar o tomar decisiones
    • Dificultad para dormir, despertarse temprano en la mañana o dormir demasiado
    • Cambios en el apetito o en el peso sin haberlos planificado
    • Dolores y molestias, dolor de cabeza, calambres o problemas digestivos sin una causa física aparente, o que no se alivian ni con tratamiento
    • Intentos de suicidio o pensamientos sobre la muerte o el suicidio.

    Por otra parte, en el libro “La Depresión y sus máscaras”, escrita por Alfonso Chinchilla Moreno, manifiesta que los trastornos depresivos en niños y adolescentes se muestran en la disminución del rendimiento escolar, pérdida de interés por las actividades lúdicas, alteraciones de la conducta, pérdida de energía y cansancio vital.

    Depresión leve

    La depresión leve provoca que el niño se sienta infeliz, pero no le impide llevar una vida normal. Es posible que le suponga un esfuerzo llevar a cabo las tareas cotidianas y no les vea mucho sentido. Con unos pequeños cambios en el estilo de vida, puede recuperarse de la depresión leve.

    Depresión moderada

    La depresión moderada repercute de forma considerable en la vida del menor. Puede causar una sensación constante de abatimiento y tristeza. En este caso, el niño debe visitar a su médico, ya que es poco probable que los cambios en el estilo de vida ayuden a resolver el problema.

    Depresión mayor

    Si el niño se siente incapaz de enfrentarse a la vida diaria y tiene pensamientos negativos constantemente, es posible que padezca una depresión mayor. Esta enfermedad supone una amenaza para su vida, ya que podría intentar suicidarse, por lo que es importante acudir al médico de inmediato.

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